Los pulgones son insectos que pertenecen al orden Hemíptera y forman la familia Aphididae (áfidos), tienen un tamaño de entre 1.6 a 3.5 milímetros. Se pueden presentar con alas o sin ellas. Cuando no presentan alas, también se les llama ápteros y generalmente presentan coloraciones verdes o amarillas en distintas tonalidades y tienen el cuerpo blando en forma de pera. Sus patas y antenas tienen tonalidades ligeramente más oscuras y sus antenas son muy largas casi igual o más que su cuerpo. Además en la parte de su abdomen presentan unos apéndices llamados “cornículos” o “sifones”. Por otra parte, los pulgones alados normalmente tienen coloraciones oscuras en la cabeza y el tórax; sin embargo, pueden presentar coloraciones blancas, pasando por amarillo verde y pardo. Los adultos alados son los encargados principalmente de colonizar las plantas mientras que los adultos ápteros se encargan de procrearse. Las especies más comunes de pulgones que atacan a los cultivos hortícolas son; Aphis fabae, Aphis gossypii, Macrosiphum euphorbiae, Brevicoryne brassicae, y Myzus persicae

Reproducción y ciclo de vida

Dependiendo de las condiciones los pulgones pueden alternar entre un ciclo completo y uno incompleto. El ciclo completo requiere de dos plantas de distinta especie. En la planta hospedera primaria (generalmente es un árbol) se reproducen sexualmente, en la que depositan hasta 500 huevecillos por hembra en los márgenes y envés de las hojas, los cuales son de color amarillonaranja ovalados.
De estos huevecillos nacen ninfas de color amarillo que van tornándose verdes conforme pasan por 5 estadios hasta volverse mayormente en adultos alados, mismos que se trasladan a un cultivo hospedero secundario (hortalizas, fresa, leguminosas, ornamentales). En regiones frías requiere forzosamente completar su ciclo con ambos hospedantes. Sin embargo, el ciclo que más se presenta alrededor del mundo es el incompleto, y es el que se presenta en cultivos bajo invernadero. El ciclo incompleto se caracteriza por no requerir hospedante primario, sino que en la planta huésped de hortaliza por reproducción asexual, específicamente partenogénesis, las hembras vivíparas no fertilizadas dan lugar a más hembras con las mismas características. Cada adulto llega a producir en promedio 56 ninfas que pasan por 4 estadios ninfales antes de convertirse en adultos. Cuando la densidad en los órganos de las plantas colonizados es elevada, se generan individuos alados que se dispersan para colonizar nuevas plantas de manera activa mediante vuelos cortos y pasivamente a través del viento. La presencia de individuos alados es un signo de alta infestación en el cultivo. Al igual que la mayoría de organismos la duración de su ciclo de vida depende de las condiciones climáticas, especialmente de la temperatura. Se menciona de forma general, que a 10 ºC su ciclo es de 25 días, pero a temperaturas de entre 20 a 25 ºC se reduce a 7 días. A 22 ºC una hembra puede reproducirse con un promedio de cinco ninfas diarias durante 3 semanas. Los pulgones son particularmente peligrosos en climas templados (21 a 25 ºC) ya que su reproducción es muy rápida y la mayor parte son hembras vivíparas capaces de alimentarse y reproducirse.

Daños

Directos. Se producen cuando los pulgones insertan su aparato bucal de tipo picador chupador en los tejidos de las plantas, incorporando saliva tóxica y succionando la savia de la planta, provocando que las hojas de las plantas afectadas se vuelvan amarillas y/o se enrollen hacia abajo, posteriormente se marchitan. Las hojas nuevas no tienen un crecimiento normal, deformándose y enrollándose. Estos síntomas causan la abscisión de botones florales y reducen la calidad y cantidad de fruta. Además de que reducen el vigor de la planta. Las plantas infestadas gravemente se tornan de color café y mueren progresivamente de la punta a la base. La succión de savia también debilita a la planta y predispone al daño por otros organismos. Indirectos. Los pulgones son los principales transmisores de virus debido a que si atacan una planta enferma, seguirán transmitiendo ese virus de forma persistente o no persistente a todas las plantas sanas que ataquen. Además la melaza secretada, rica en azúcar, ayuda en el desarrollo del hongo de la negrilla o fumagina (figura 2), que disminuye el paso de luz y aire a la planta, impidiendo la fotosíntesis.

Fuente: Intagri

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