Producción de Durazno

El consumo en fresco es el principal uso que tiene la fruta de durazno; no obstante, puede emplearse para la agroindustria en la elaboración de mermeladas, almíbares o bebidas. De igual manera, se utiliza como ingrediente en otros alimentos como ensalada, pasteles o postres. Además, contiene compuestos fitoquímicos que le confieren propiedades antioxidantes. Por otra parte, el árbol de durazno, aparte de producir fruta también es utilizado como componente de sistemas de producción intercalado como barrera rompe-vientos o para reducir la erosión de los terrenos. En México es, en muchos casos, un componente de los jardines o traspatios de las casas.

El durazno es originario de la antigua China, lugar donde era conocido como un símbolo de inmortalidad y de donde se expandió al rededor del mundo en distintas regiones gracias a los viajes comerciales que practicaban los persas. Éste es considerado a nivel mundial como uno de los principales productos caducifolios (los cuales son plantas que pierden sus hojas en determinada época del año dependiendo de distintos factores), gracias a su consumo, rentabilidad, propiedades nutritivas y características de su cultivo.

En los últimos años el consumo de durazno en México ha aumentado gracias a la oferta generada por esta fruta, con un aumento positivo de 4.7 por ciento debido a la variabilidad que presenta este producto, lo cual ayuda con la apertura de nuevos mercados tanto para exportación como para la importación de las distintas variedades que se encuentran en el país.

En México se producen cerca de 60 variedades de durazno, las cuales se cultivan en poco más de 47 mil hectáreas divididas en siete estados, donde los principales son: Zacatecas, Michoacán, Puebla, Chihuahua y Estado de México, con una producción de 200 mil toneladas anuales. Es importante mencionar que su siembra ocupa cerca de cuatro millones de jornales al año.

Fuentes: Hidroponia.mx
Intagri.com

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