Fertilización de suelo
Una adecuada nutrición es uno de los pilares fundamentales para garantizar elevados niveles de rendimiento, calidad en los productos cosechados y rentabilidad en los planteos de producción.
Actualmente es conocido que una correcta provisión de nutrientes esenciales permite optimizar otras factores que inciden en la generación del rendimiento como por ejemplo la eficiencia en el uso del agua y/o la incidencia de enfermedades.
Para un buen desarrollo, las plantas necesitan elementos nutrientes que han de componer sus tejidos y participar en sus funciones biológicas, los cuales se pueden dividir en:
Elementos principales, formado por los siguientes componentes: C, H, O, N, S Ca, Mg, K y P. Son necesarios en cantidades importantes.
Oligoelementos, formado principalmente por los siguientes componentes: Fe, Zn, Cu, Mn, y B, necesarios en pequeñas cantidades.
La aportación de estos elementos a los vegetales sigue la pauta siguiente:
C, H, O: mediante la función clorofílica son tomados de la atmósfera.
S, Ca, Mg, K, y P son incorporados por medio de la absorción reticular de las cantidades existentes en el suelo.
El nitrógeno puede ser tomado de los dos modos según la especie vegetal, aunque mayoritariamente es por absorción reticular.
Al cabo del tiempo, los elementos contenidos en el suelo, y en especial alguno de ellos, comienzan a agotarse, por lo que es necesaria su reposición al suelo por dos métodos distintos:
Aporte directo por adiciones convenientes (fertilizantes).
Para una buena fertilización es necesario partir de un proceso de diagnóstico de la fertilidad de los suelos, determinando a nivel de cada lote o ambiente de producción, cuáles son los nutrientes requeridos y en qué dosis se deben agregar. Posteriormente se termina completando el programa de fertilización definiendo las fuentes de fertilizantes, los momentos y formas de aplicación. Para ello se requiere partir de un correcto muestreo, análisis de suelos y plantas.
Índice de Fertilidad Potencial
Este estudio de fertilidad permite conocer el estado de fertilidad de los lotes o ambientes muestreados en relación a situaciones de suelo o con una mínima alteración agrícola dentro del mismo establecimiento. Se confecciona un índice numérico que surge de la integración de evaluaciones físicas sobre agregados mínimamente disturbados y parámetros químicos vinculados con la materia orgánica y sus fracciones.
Diagnóstico de fertilidad
Los análisis de suelos con fines de diagnóstico de fertilidad, son extracciones químicas y/o bioquímicas rápidas que estiman la disponibilidad de nutrientes. La cantidad de nutriente que se extrae es solo una proporción de la cantidad total de nutriente en el suelo. La cantidad de nutriente extraída tampoco es igual a la cantidad de nutriente absorbida por el cultivo pero se relaciona estrechamente con esta. Por lo tanto, el análisis de suelo es solo un “índice de disponibilidad” de nutrientes para el cultivo.
Seguimientos nutricionales
A través del análisis foliar se evalúa el estado nutricional de los cultivos. Además de la concentración absoluta de los nutrientes, se analizan las relaciones entre los mismos mediante el sistema DRIS (Diagnosis and Recomendation Integrated System). La ventaja del análisis foliar es que integra los efectos del suelo y del ambiente sobre el crecimiento y desarrollo del cultivo, siendo un indicador directo del estado nutricional del cultivo.