Hongos parásitos de insectos
Los hongos son organismos de vital importancia en todos los ecosistemas terrestres debido a que cumplen diversas e importantes funciones ecológicas como el reciclaje de nutrientes al degradar la materia orgánica de los restos vegetales y animales.
Dentro de los hongos parásitos se encuentran los entomopatógenos, que son aquéllos capaces de infectar insectos que utilizan como sus hospederos, es decir, organismos que el hongo utiliza como alimento y refugio, de esta forma cumplen un rol ecológico al reducir el crecimiento de las poblaciones de algunos insectos que podrían convertirse en plaga y dañar los sistemas forestales y agrícolas.
Esta peculiaridad de controlar las poblaciones de insectos ha permitido que algunas especies de hongos entomopatógenos se utilicen en la agricultura como insecticidas naturales, evitando el uso de químicos, los cuales tienen efectos negativos en el ambiente y la salud humana.
Los hongos entomopatógenos son aquéllos que parasitan diversas especies de insectos como escarabajos, mariposas, hormigas, etc., y causan su muerte. La infección inicia cuando las esporas o conidios de los hongos se adhieren a la superficie externa del insecto (cutícula), gracias a que poseen una capa mucosa con proteínas y glucanos. Posteriormente, dichas esporas o conidios germinan y desarrollan estructuras especiales llamadas apresorios, éstos producen enzimas como lipasas, proteasas y quitinasas que ayudan a destruir la cutícula del insecto y dan al hongo la posibilidad de llegar hasta la cavidad corporal (hemocele) del animal. En el hemocele se forma una serie de células alargadas denominadas hifas que invaden el cuerpo del insecto, absorben los nutrientes y liberan toxinas que conducen a su muerte. Posteriormente, las hifas emergen del cuerpo del insecto y forman células reproductivas asexuales llamadas conidios o sexuales denominadas esporas, con la finalidad de dispersarse e infectar a otros insectos.